Mauricio Molina, peñalolino de 23 años, terminó tercero en la “Last Chance Race” y clasificó a las semifinales del circuito de BMX de los Juegos Olímpicos, París 2024.
El finalista del pasado mundial en este deporte, competirá este viernes 2 de agosto desde las 14:00 horas de Chile por un cupo en la final de los Juegos Olímpicos de este año en Francia.
Molina acaba de ser oficializado en el BMX Racing de París 2024, se trata de la primera vez que un deportista chileno compite en esta disciplina en unas Olimpiadas.
Pedaleó con todo y, tras una ardua carrera en el repechaje se instaló en las semifinales del BMX Racing y buscará obtener una medalla para Chile.
El deportista finalizó 18° en las primeras tres carreras de cuartos de final, clasificando a la ‘last chance race’, donde hizo su máximo esfuerzo para obtener el tercer puesto y quedar dentro de los cuatro cupos a la semifinal que se disputará hoy viernes 2 de agosto.
En primera instancia el deportista nacional debió enfrentar su serie en los cuartos de final con otros 23 competidores. Esta etapa se llevó a cabo en tres carreras de 8 ciclistas cada uno. Ahí, los 12 mejores clasificados fueron directo a semis, mientras que los últimos 4 cupos tuvieron que disputar el llamado “The Last Chance”.
Molina aprendió a andar en moto antes que en bicicleta. Junto a su familia iba a comprar repuestos a la calle 10 de julio y en ese trayecto pasaban por fuera de una pista de bicicross. De tanto insistir, un día su padre lo llevó.
A partir de ese momento compitió en moto y en bicicleta. Se destacó en ambas. Hasta que tuvo que tomar una decisión. No le daba el tiempo para practicar ambos deportes y el bolsillo de su familia tampoco alcanzaba.
“Soy fanático de las motos, apenas llego a Chile tomo mi moto. En 2009, cuando fui subcampeón nacional de mi categoría en Enduro, se me acercó Honda para pasarme una moto para competir. Y mi papá me dio la opción de elegir. Y le dije: ‘Papá, me gusta más la bici, netamente'”, contó el deportista a El Mercurio.
“Mauri” o “El Choro Molina” hacía la cimarra para irse a entrenar al Estadio Nacional. Un día lo descubrieron. Se sentó a conversar con su papá y le dijo que no quería estudiar más, que quería dedicar su vida al deporte.