La reciente entrada en vigor de la Ley Karin en Chile marca un momento histórico en la lucha por erradicar el acoso laboral, el acoso sexual y la violencia en el trabajo. Inspirada en el trágico caso de Karin Salgado, una funcionaria de salud que, tras sufrir años de acoso laboral, terminó quitándose la vida en 2019, esta normativa busca hacer frente a las condiciones de desigualdad y vulnerabilidad que afectan especialmente a las mujeres en los espacios laborales.
La publicación de esta nota informativa responde al esfuerzo sostenido por llevar al conocimiento público los cambios e implicancias de la Ley Karin, así como los avances hacia la equidad de género en el país, mediante el apoyo del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social (FFMCS) 2024 y el Ministerio de Secretaría General de Gobierno (Segegob).
En Chile, las estadísticas de acoso laboral y sexual han afectado principalmente a las mujeres, quienes se enfrentan con frecuencia a un entorno de trabajo hostil y poco seguro. La Ley Karin no solo hace eco de la demanda ciudadana por ambientes de trabajo libres de violencia, sino que incorpora una perspectiva de género en sus definiciones, en sus protocolos de prevención y en los mecanismos de sanción. Se establece así un marco de protección específico para mujeres y otros grupos vulnerables, que son quienes enfrentan mayores tasas de acoso y agresión en sus lugares de trabajo.
Medidas de protección y prevención con enfoque de género
Entre las medidas que introduce la Ley Karin se encuentran la obligación de los empleadores de establecer protocolos claros y visibles para la denuncia de acoso y violencia, así como la responsabilidad de ofrecer capacitación continua a todos los empleados sobre temas de igualdad de género y respeto en el entorno laboral. Estas iniciativas están diseñadas para transformar las culturas organizacionales y promover una sensibilización sobre los efectos devastadores del acoso y la violencia.
Además, la ley obliga a implementar medidas cautelares inmediatas para proteger a las personas denunciantes, como la separación de espacios físicos o la reasignación temporal de funciones, y asegura atención psicológica de manera expedita.
El rol de la Dirección del Trabajo y la Contraloría
Para asegurar la efectividad de la Ley Karin, la Dirección del Trabajo y la Contraloría General de la República han asumido roles cruciales en la supervisión de denuncias e investigaciones, con directrices claras de confidencialidad, imparcialidad y celeridad. Además, estas instituciones serán responsables de auditar y verificar que los empleadores cumplan con los protocolos establecidos por la ley.
Repercusiones en el ambiente laboral y los desafíos por delante
La Ley Karin es un importante paso hacia la igualdad de género y la dignidad en los espacios de trabajo. No obstante, expertos y activistas advierten sobre los desafíos de su implementación efectiva y sobre la necesidad de reforzar la capacitación de las instituciones y autoridades responsables. Sin un compromiso profundo para transformar las dinámicas de poder en los espacios laborales, los esfuerzos por reducir el acoso y la violencia pueden quedarse cortos.
Esta normativa representa un avance significativo para proteger los derechos de las mujeres y otros grupos vulnerables en Chile, instaurando un precedente para asegurar un entorno laboral libre de violencia y respeto. La Ley Karin no solo honra la memoria de Karin Salgado, sino que también ofrece un horizonte de justicia para miles de trabajadores y trabajadoras que aspiran a trabajar en condiciones de respeto y seguridad.
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