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Reseña geek: Ser o no ser fan de Pokémon en 2024.

reseña Pokemon
Reseña: crecer sin pokémon como parte de la infancia

No voy a mentir, mi historia con Pokémon empieza tarde… y es que fue recién en 2016 con el estreno de Pokémon Go que me metí de lleno en la franquicia. Si bien, había jugado Rojo Fuego, tampoco fue en mi infancia, época en la que miraba con impotencia como todos emulaban el juego.

Me ardía la envidia no poder jugar Pokémon en una Gameboy o en un emulador en PC (no lo hagan… piratear es malo… guiño guiño) ¡y ni siquiera era fan de Pokémon! Como buen edgy, mis tardes eran de Digimon. Estaba enamorado de Sora como cualquier niño de mi edad porque admitámoslo, Misty era odiosa. Pero ahí estaban, 151 Pokemones que pedían a gritos ser capturados.

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No soy un entendido en la materia, pero siempre me llamaron la atención unos cuantos detalles respecto a Pokémon y esta es la oportunidad perfecta para no dejarlos pasar. No puedo hablarles mucho sobre los videojuegos, además de Pokémon Go, no he jugado ni siquiera al TCG, no lo entendía de niño y no lo entiendo ahora. En esta reseña barra columna de opinión enfocaré mis energias en lo que conozco.

He visto la serie, conozco su influencia alrededor del mundo, como mueve cantidades ingentes de dinero a tal punto de ser la franquicia que más billetes genera al año y que en términos de reproducción Pokémon/humano femenino/masculino, Vaporeon es el Pokémon más compatible para humanos.

Que podría contarles de Pokémon que no sepan, es decir, con casi 30 años de historia y millones de fans ya no hay secretos, trucos, curiosidades o datos interesantes que se puedan sacar a la luz. La mayoría de mis youtubers favoritos han hablado de la franquicia; Dayo, Baitybait, Joseju, Champ han desgranado la saga y explorado hasta el más mínimo detalle.

Todos y todas hablan de cómo Pokémon fue parte integral de sus infancias. Las horas que pasaban frente a su Gameboy o PC jugando, viendo el anime o coleccionando cartas, figuritas, álbumes y más. Sin embargo, coinciden en una cosa que me parece por lo bajo, curiosa. Así como Ash no lo hizo, la saga entera parece no avanzar y la mayoría de los que creció con Pokémon ahora parecen resignados a aceptar cualquier migaja que The Pokémon Company lance, como Pokémon Escarlata y Purpura (no lo jugué, pero si fui testigo de los bugs que se hicieron virales).

Muchas de estas críticas o comentarios van en la línea de “Pokémon significó tanto para mí y es una pena que ahora esté tan estancada”, así que pensé “y entonces ¿Qué significa Pokémon para alguien que no creció bajo su influencia y que, es más, ha tenido su mayor acercamiento a la saga ahora, con 30 años y después de pasar medio año jugando Pokémon Go cada día?” la verdad… no mucho, pero creo que puedo poner ciertas cartas sobre la mesa que me dejan un tanto inquieto.

Partamos por la cuestión más obvia y que muchos nos hemos preguntado ¿Qué verga son los Pokémon en el universo de Pokémon? Es decir, Digimón o Yo-kai Watch supieron separar la fantasía del contexto real, evitando tener que responder preguntas insidiosas de lateros como yo que se fijan en cosas intrascendentales.

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Por ejemplo, si hay un Pokémon que es una vaca ¿eso quiere decir que no existen las vacas como tal en Pokémon? Cuando Ash, Brock o Misty están comiendo carne… ¿se están comiendo un Miltank? Y si cada Pokémon corresponde a un animal ¿cómo saben de qué especie son si su único referente son otros Pokémon? es decir, Pikachu es una rata, Ratata es una rata, Sandshrew es una rata, pero ¿qué es una rata en pokémon? un animal, una especie, una categoría ¿está más cerca Pikachu de una rata que Ratata?

No quiero hablar de Pokémon en términos reproductivos porque exceptuando a los furros, no me explico muy bien cómo funciona la evolución para estas especies. Hay Pokémon que son huevos y evolucionan en otras cosas como huevos con patas y brazos. Si dos, no sé, Pidgeottos se reproducen, nace un Pidgey o un Pidgeotto. Está bien, obviando esto y asumiendo que de dos Pidgeottos sale un huevo de Pidgey, ¿eso quiere decir que los Pokémon en su primera fase son crías?  Y si no lo son ¿dos Miltank que se reproducen tienen un Miltank bebe? y si eso es así, entonces ¿podría haber un Miltank anciano?

¿Y cómo es que con las nuevas generaciones han ido apareciendo Pokémon que ya no responden al proceso evolutivo darwiniano de las especies? Hay un Pokémon que es una espada y un escudo, otro que es una llave, hay una taza de té Pokémon por Dios. Yo sé que la gente se ha estado quejando del ingenio de estos nuevos diseños de criaturas, pero quiero hilar más fino.

Si los Pokémon son el símil de nuestros animales, quiere decir que han ido evolucionando con el tiempo, pero las llaves, tazas de té y naves espaciales son culturales, responden a las necesidades humanas. Como aparatos creados por el hombre no debería haber referencias en la naturaleza de las que provengan Sinistea, Magnemite o Bronzong por ejemplo.

Wow, debo ser el alma de la fiesta en este momento pero bueno, es mi reseña. Para ser justos, muchas de estas inquietudes surgen en la cruza de todos los productos que la franquicia tiene a su haber y la incapacidad de cohesionarlos en un universo consistente. La forma en que Pikachu funciona en la serie rompe todas las reglas de captura de estos seres. Desde el momento en que el Pikachu de Ash no quiere entrar en la Pokebola, surgen muchas dudas, la primera ¿es correcto tener animales en cautiverio para hacerlos pelear por medallas? Por dios, hay un capítulo de la primera temporada de Pokémon que es más toxico que mi ex.

Un entrenador que resulta tener un circo, es dueño de un Sandshrew y otros Pokémon a los que les da ¡LATIGAZOS! Y los escritores se quedan muy anchos al final del capítulo cuando el mensaje del episodio es que los trata mal por su bien, para que sean cada vez mejores ¡y esos Pokémon lo aceptan con una sonrisa! Y es Ash, quien trata de librar a esas pobres bestias de su tortura, el que se disculpa al final porque entiende los motivos del UDI ese.

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En el videojuego de Pokémon (del que no tengo más referencia que lo visto en Rojo Fuego y Go) las cosas no parecen suscitar tantas dudas y es que tampoco es necesario. Se sobreentiende que los Pokémon están ahí para ser coleccionados y usados como armas, sus personalidades estaban basadas en sus habilidades y su forma, es más, me atrevería a decir con lo poco que recuerdo, que Snorlax es el Pokémon con más personalidad en todo el juego, y es porque tiene un atributo que lo caracteriza, la flojera.

En la serie, a pesar de sufrir síndrome de Estocolmo, los Pokémon tienen personalidad según sean de un villano, de un héroe, del que atiende un minimarket o un hospital Pokémon, dependiendo de la región y de su especie; pueden comportarse como depredadores a pesar de comer bayas como todos los demás, tienen aires de grandeza y divinidad cuando son legendarios, etc.

Soy conciente de que esta reseña es muy poco imparcial, y tiendo a confundir el espíritu de Pokémon el juego con el de Pokémon la serie, pero supongo que nos pasa a todos, es decir, la saga ha ido evolucionando cada vez más en la dirección del anime; un producto enfocado a un público infantil que pueda vender peluches, tazas, cartas, ropa y más.

Dicho lo anterior, me atrevería a creer (no he visto los datos) que una parte no menor del porcentaje de merch de Pokémon es consumido por nostalgicos de la saga que ahora tienen ingresos. Sin ser experto en la administración de franquicias multimillonarias, le aconsejaría a The Pokémon Company o quien quiera que sea el encargado de la mercadotecnia que no deje de lado a esos fans entusiastas que hoy pueden gastar lucas en juegos, cartas y productos de precios elevados.

Quiero insistir en que esto no es una crítica o un roast a los aspectos negativos que podemos encontrar en las distintas maneras en que se expresa el universo de Pokémon, es simplemente una carta abierta por una saga que por lo menos para mí, no significó mucho y quiero que eso quede patente en esta reseña. Sé que esto puede sonar a sacrilegio, pero… todavía no han escuchado lo que opino de Dragon Ball, otro animé y producto de impacto cultural que no me fue muy relevante hasta mi adolescencia.

Pokémon no me parece un mal producto, ni como videojuego, ni como animé, las cartas nunca las entendí así que son tema aparte, pero me es difícil hacer tantas concesiones con la franquicia porque no fueron relevantes en mi infancia, por lo que el estado en el que se encuentra ahora me es muy irrelevante a pesar de que muchos puedan alegar que está en decadencia, ya sea por nostalgia, porque la franquicia no creció junto a sus fans más veteranos y que cada vez más, el videojuego se parece al anime, adoptando tintes infantiles y amigables para un público específico.

Todo ese debate me es indiferente, para mí Pokémon siempre ha sido sobre capturar y coleccionar cosas; animales, bichos, medallas, poderes, ítems, shinnys, etc. Mientras Pokémon Go se siga actualizando, yo… seguiré jugando. Muchas gracias por llegar hasta esta parte de esta reseña/lluvia de opiniones y nos vemos en la otra semana.

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